Artist’s Alley: “Espacio de autor”, motivaciones, localizaciones, cómos, y otras consideraciones...
Hay muchos motivos por los que creo que debería existir una zona en la que los autores puedan vender sus originales, pósters, commissions (ilustraciones por encargo). Van desde la economía del autor, a dar al fan lo que quiera al precio que más se ajuste a sus posibilidades, pero también hay motivos de atracción a otros autores que potencialmente podrían asistir a Salones o Jornadas al ver las posibilidades que dichas zonas, las cuales desde ahora llamaré “espacios de autor”, les darían no de ganar dinero, ojo, si no, en muchos casos, de no perderlo al tiempo que tienen la opción de visitar ciudades que no podrían conocer de otro modo. Pero vamos por partes y con algunas consideraciones, reconozco que inconexas, porque escribo esto a las 2:30:
- ¿Por qué no es justo que un autor dibuje gratis y que la gente se enfade si el autor se niega?
Todo es opinable, pero a ver, que quede claro. El autor vive de sus dibujos. ¿Le pedirías a tu padre el abogado que represente a Pepito gratis, sin cobrar, o al vendedor de coches que regale alguno? No, ¿verdad? Esto es EXACTAMENTE lo mismo. Una cosa es la cortesía de que el autor te pueda hacer una cabecita en su comic por habértelo comprado (y más si reciben derechos de autor, que si no... no ganan un duro por hacerlo) otra es decirle que te dibuje a cuerpo entero algo, y ojo, si no te lo entinta, que te mosquees. Reitero, si Yanick Paquette quiere hacerte una acuarela es porque es un pedazo de pan, y se siente en deuda con quien le ha invitado y sus fans, pero en otros países, esa acuarela se cobra a 300 pavos...
El autor cobra por hacer páginas, como decía, ¿qué pasa si va a un salón durante cuatro días? Que no puede trabajar. Cuatro días que no trabaja, cuatro días más tarde que cobrará, salvo que apresure su trabajo y lo haga de peor calidad, cosa que puede costarle broncas de sus jefes, o incluso su trabajo. ¿Es eso de recibo? No. ¿Es de recibo que el autor compense lo que le cuesta el viaje, si no es invitado, y que si se sienta a una mesa pueda cobrar por hacer su trabajo? No hace falta responderlo, ¿verdad?
Los autores extranjeros vienen con ganas a España, pues porque es España, y España mola, pero se les queda la cara de cartón cuando se les dice que no hay Espacio de Autores y que si quieren hacer algún encargo tendrán que hacerlo por adelantado, pero no durante el Salón, y les pides que hagan los dibujos gratis. La mayoría, reitero, porque son unos tipos COJONUDOS, dicen que “palante”, y se marcan unos dibujos del copón. Otros dicen que entonces no dibujan y solo firman. Otros dicen que no pueden perder tantos días de trabajo y perder dinero, cuando en una convención en una ciudad horrible del medio del estado que sea en EE.UU. se pueden levantar 3000 pavos en un finde, entre venta de originales y encargos, habiéndoles costado el viaje 200, por decir algo.
Y eso me lleva a otro tema... Imaginaos cualquier autor no ya solo norteamericano, si no del resto de Europa, o de Brasil, a quien le dices que si viene por su cuenta no tiene manera de ganar un duro salvo que haga commissions por adelantado... Normalmente dirá que venga Rita. Y esto no son palabras vacías, son conversaciones con autores de todas las localizaciones que acabo de nombrar...
Ahora imaginaros que a esos mismos autores les dices que por el coste X de una mesa, más el Y del viaje, más el Z del hotel, podrían venir... sería un atractivo enorme. Y pongo un ejemplo sencillo. Desde Reino Unido, vuelo Easyjet, 200 euros (o menos) 3 noches de hotel a unos 125 euros la noche, mas el espacio, que siempre se puede pagar entre varios autores... digamos unos 800 euros en total, por decir una cantidad a voleo... Puede que el autor diga que no se quiere gastar esa pasta, pero es que eso lo puede compensar con tres commissions por adelantado y dos originales, y entonces vendrán... Aunque parezca caro, dar la opción a los autores de saber, repito, que pueden COMPENSAR EL VIAJE, y sobre todo, que existe la posibilidad de ganar dinero, haría posible que gente de Turquía, Italia, Francia. Reino Unido, Polonia, y sí, incluso Estados Unidos decidan venir por su cuenta. Si vienen por su cuenta y el negocio funciona, se lo dirán a otros autores, y al final el número crecerá, y repito, si es España, pues con más ganas, porque España, por mucho que nos caguemos en ella, mola si eres de fuera. :)
Otro motivo por el que es importante establecer estos Espacios de autor es que no se sientan parte de un mercadillo, si no también valorados como creativos, con un espacio específico para ellos, para hacer negocios, pero también charlar entre los propios autores, e incluso, como hacen Amanda Conner, Phil Noto y otros en San Diego, coger un cuadrado de mesas y pagarlo entre todos para que les salga más barato, y no veas los pollos que montan cada año con eso. Y sí, una green room decente también es necesaria, sobre todo en Salones grandes, pero ese es otro tema para otro momento.
- Y eso motiva la pregunta... ¿Habría quorum para esto? Habría que verlo, obviamente, y también habría que ver los costes del espacio. En Barcelona, por ejemplo, el espacio de la Fira es muy caro (no es mi lugar dar cifras, pero cualquiera que haya montado estand lo sabe) y ojalá pudieran ceder un espacio a los autores, pero no pueden hacerlo. Las editoriales quieren vender sus productos, claro, y si alguna piensa siquiera en permitir que sus invitados hagan encargos en su estand, saltan las demás al cuello, y la organización detrás...
Y ojo, también hay un problema de mentalidad. En este país estamos siempre con el “me lo dé de gratiss o sin factura”, y no, no es así, el trabajo se paga, y la gente tiene que acostumbrarse, y el autor, sobre todo el que cobra poco y no llega a fin de mes, o va pelao, a plantarse, y sí, una cabecita gratis, ok, pero más ya no, porque en cualquier otro lugar del mundo por ese dibujo le pagan 150 pavos como mínimo. 4 dibujos al día son 600 pavos. Aquí es... NADA. Y ojo, cada cual es muy libre de hacer lo que le de la gana, cobrar o no cobrar, o como en el caso de Greg Capullo de llevar una ilustración exclusiva, 250 copias, diferente para cada convención, y no hacer dibujos a nadie en las convenciones. No, Capullo no hace commissions ni dibujos gratis. No está cómodo dibujando en convenciones, y como puede atestiguar cualquiera que le conociera el año pasado, prefiere pasar el tiempo hablando con sus fans y dándole dos minutos con él a cada uno. Pero divago...
Establecido el atractivo potencial para autores tanto nacionales como extranjeros, y que el trabajo no es gratis, o al menos no debería serlo, porque el autor en realidad pierde dinero yendo a las convenciones, quedaría el motivo por el que autores no consagrados podrían estar interesados en participar en el Espacio de autores. Es sencillo, se llama promoción. En esa mesa puedes enseñar tu obra, a editores que se pasen por el espacio y que te pueden ofrecer un trabajo o comprarte tu obra para distribuirla, a potenciales compradores a quien puedes venderle una copia, un original, un print, o lo que sea. Reitero, es promoción. Y el espacio de autores se puede dividir en dos, como se hace en muchos casos, en la zona más cara, que claro, también tiene más reclamo para los fans, y la Small Press para autoeditores, editoriales muy pequeñas y autores que promocionan su obra... No es casualidad que la Small Press suela ser la más visitada por editores, por cierto. Ahí es donde buscan muchas veces los nuevos talentos.
- ¿Cómo estructurar el Espacio de autores? A mi propia experiencia me remito, y he visto que funciona como un reloj en cualquier convención, no solo de Estados Unidos, si no también en otros países.
1/ Los autores invitados por el Salón obtienen también una mesa gratis por cortesía del mismo. Ya sean internacionales, nacionales, o marcianos.
2/ Las filas iniciales del Espacio de autor normalmente están reservadas para dichos autores, pero también son más caras, lógicamente, porque son en las que más dinero se gana, al estar justo de cara al público y en primera fila. Según las filas van hacia atrás, y según el espacio de la mesa, se va pagando de más a menos. Si es en la zona small press, menos aún, porque se ajusta a las posibilidades de los autores.
3/ Me niego absolutamente a hacer una pre selección de quien es autor y quien no, pero obviamente los profesionales tienen preferencia a la hora de recibir el aviso del artist’s alley. No puede ser que un profesional publicado se quede sin espacio de autor ante un aficionado, por muy bueno que esté sea. El aficionado se tiene que ganar las espuelas que el profesional ya tiene. Y para algo, si no, están la zona de fanzines, y la propia Small Press area, que en el fondo viene a ser lo mismo. Si luego sobra espacio en la zona reservada para el Espacio de autor adelante, todo para quién quiera, y pague, que para eso es democrático y el dinero, y riesgo, es problema de cada uno... A lo mejor arriesgas y te la pegas, pero a lo mejor te ven, vendes como churros y te forras, o te ve un editor y te contrata... Editores nacionales Y EXTRANJEROS que, añado, al saber que hay mas autores, por el boca a oreja, vendrían al salón por su cuenta y propio interés y no teniendo que ser invitados, collons...
- En resumen, necesitamos establecer si habría quorum para que haya zonas específicas dedicadas al espacio de autor. Tener claro que las cosas no son gratis, ni para la convención, ni para el autor, y que todo el mundo tiene que ganar dinero, salones, autores, y los fans darse cuenta de que el trabajo del autor tiene un valor de tiempo, y que su tiempo es dinero. Y si no hay un quorum que haga viable un espacio de autores específico, reclamar que las editoriales puedan permitir o ceder un espacio a sus autores invitados para vender originales o encargos o posters (o calceta) a cambio de un porcentaje acordado entre ambas partes, para que el editor no pierda dinero (sí te compras un original y no los comics del autor en el estand en el que firma, reconozcámoslo, es una putadita para el editor que le paga a dicho autor su viaje, ¿no?). En resumen, pongamos los medios para que sea posible, de una manera u otra, pero sobre todo, que el autor, por encima de todos, sea consciente del valor de su tiempo y trabajo, que no se malvenda ni deje que le hagan creer que las cosas debe hacerlas gratis y que es una mala persona por considerar que ciertas cosas valen dinero, y que si una vecina le pide que le haga una bailaora con castañuelas gratis para el cartel de las fiestas del pueblo, porque dibuja muy bien, que si quiere, que lo pague, como pagaría al albañil que le haga un arreglo.
Seguro que se me escapa algo, y si es así, ya lo añadiré mañana o al leer vuestros comentarios, y no me extrañaría haber cometido 200 patadas al idioma con el cansancio, por las cuales me disculpo de antemano. Mañana más.